Lo primero que debes tener en cuenta a la hora de elegir un colchón es la firmeza que más te favorezca respecto a la curvatura normal de tu columna vertebral. De tal forma, lograras tener un descanso pleno y de calidad, evitando así dolores de espalda.
La dureza se define como la fortaleza que aporta el colchón a la carga producida por tu peso. El colchón de compensar todo el peso del cuerpo, obteniendo así una mayor confortabilidad.
Si la dureza del colchón es demasiado alta, puede resultar incomodo y no se acoplará bien a tu cuerpo.
Al igual que si es demasiado blando, la columna no recibirá el apoyo correcto, arqueándose de una forma perjudicial. Teniendo en cuenta que la ventilación ser peor, aumentando la sensación calórica.
¿Como elegir una buena base para tu colchón?
Para que puedas tener un mayor rendimiento de colchón es importante que sepas elegir bien la “base”.
Tenemos varios tipos de bases la más aconsejables son:
- BASE TAPIZADA: es la opción mas acertada par colchones de muelle. Lo mejor de estas bases es que en muchos años están hechas con un arcón, en el cual puede guarda todos tipos de cosas sin que cojan polvo.
- SOMIER DE MUELLES: además de ofrecerte una buena ventilación, son aptos para cualquier tipo de colchón. Al tener mayor elasticidad proporcionan una mayor sensación de suavidad. El único inconveniente de estos de estas bases es que con el tiempo pueden sonar al moverse
- BASE ARTICULADA: están recomendadas para gente con poca movilidad, como personas mayores o gente con movilidad reducida, ya que nos ofrece la posibilidad de poder adoptar varios tipos de posturas.
- SOMIER DE LAMINAS: es el tipo más variable, porque puede servir para cualquier tipo de colchón y suelen tener un precio más económico. Tienen como característica indispensable una muy buena ventilación, esto es muy importante para colchones que no transpiran como por ejemplo el “Látex “.