Sea por el motivo que sea, muchos padres tienden en sobrepasarse a la hora de corresponder a las cartas a Papá Noel y los Reyes Magos de sus hijos y caen en el error de regalar en exceso en Navidad.
Los motivos pueden ser varios:
Que tengan lo que yo no tuve
Muchos padres que han tenido una infancia con carencias, ya sean económicas o afectivas, tratan de que sus hijos reciban todo aquello que ellos no recibieron en las fechas navideñas.
Compensar carencias afectivas
Algunos padres pasan poco tiempo con sus hijos y se sienten culpables. La jornada laboral les impide dedicarles tiempo en cantidad y erróneamente piensan compensarles con exceso de regalos como muestra de amor.
Para que tengan lo mismo que los amigos
Los niños a veces presionan a los padres comparando lo que ellos reciben con lo que sus amigos tienen. –“A mis amigos les van a traer un móvil.”
La sobreinformación
La publicidad en los diferentes medios de comunicación tampoco ayuda, ofrecen una cantidad de ideas que crean en los niños necesidades que realmente no tienen.
Consecuencias de regalar en exceso
La situación que describimos es lo que se llama el síndrome del niño hiperregalado, que en estas fechas navideñas se hace más visible, aunque se puede dar a lo largo de todo el año.
Regalar en exceso a los niños es un grandísimo error y puede ser muy negativo tanto para su educación en valores como para su propio desarrollo.
Los niños hiperregalados tienden a ser niños:
- Consumistas
- Con tendencia egoísta
- Poco creativos
- Caprichosos
- Que se frustran por cualquier cosa
- Sin ilusión por las cosas
- Que no valoran lo que tienen
- Que creen que pueden tenerlo todo sin esfuerzo
- Que crecen sin límites
Cómo actuar para evitar que los niños padezcan este síndrome
- Los padres deben saber decir NO. Dar a sus hijos un por qué de manera clara para que los hijos entiendan que no se puede tener todo, que las cosas cuesta ganárselas.
- Los padres no deben caer en chantajes. No pueden caer en el chantaje de las rabietas y los enfados de los niños ante una negativa.
- No hay que sentirse culpable.
- No atender a las demandas de un hijo le forja el carácter, le hace madurar y valorar el esfuerzo. Con el tiempo los hijos valorarán el esfuerzo de sus padres.