ESPACIOS PEQUEÑOS
La superficie disponible o las formas arquitectónicas complicadas pueden convertirse en un verdadero quebradero de cabeza. En estos casos, podemos ganar mucho espacio desechando las clásicas paredes y eligiendo cocinas abiertas como esta. Como ves, es posible integrar una pequeña cocina sin renunciar a nada.
LOOK MODERNO
El elemento fundamental de esta cocina es, sin lugar a dudas, la isla para comer y preparar la comida, cuidadosamente integrada como nexo de unión entre el salón y la cocina. El acabado de la encimera es de silestone fucsia, un color vivo que encaja con la decoración del salón y rompe con el blanco de la cocina. Este sorprendente punto de referencia constituye una idea llamativa, y es que podemos elegir más de un estilo para decorar espacios. Muchas son las formas de renovar esta parte de la casa y lograr un efecto que llame la atención de todos.
ESTRECHA Y BIEN APROVECHADA
Esta podría haber sido una cocina pequeña y oscura, pero en lugar de un clásico muro divisor, se ha optado por una estantería de doble cara que mantiene la independencia del salón y la cocina, dejando una entrada abierta a ambos extremos del mueble.
En la misma línea, esta original idea consiste en reinventar la isla de cocina adosándole un muro de baja altura. Suficiente para despejar la vista desde el salón y colocar un televisor sin perder ni un ápice de luz.
ADIÓS TABIQUES, HOLA LUZ
Aunque no lo parezca, esta cocina no está propiamente abierta: se ha sustituido el tabique que la separaba del salón por una puerta corredera de cristal. De esta forma, evitamos olores al mismo tiempo que logramos amplitud y luminosidad.
Para ganar una mayor continuidad, el suelo de parqué es el mismo que el resto de la casa. Además, se han panelado algunos electrodomésticos para que la vista desde el salón sea más elegante.