RÚSTICO BLANCO
Los muebles en madera clara combinan muy bien en este dormitorio de estilo rústico que apuesta por el blanco, un color muy olvidado en la decoración de invierno que, sin embargo, nos ofrece luz y amplitud sin perder la atmósfera acogedora.
LOOK CABAÑA
Este dormitorio tan calentito bien podría ser un hotel de lujo en los Alpes. La madera constituye un punto determinante para lograr esta apariencia. También la cama, vestida con abrigadas mantas y numerosos cojines, crea un efecto de lo más acogedor. Mientras tanto, los mullidos sillones nos invitan a sentarnos frente a la ventana con un buen libro, un plan ideal para una tarde de invierno.
CABECERO DE TERCIOPELO
A lo largo del tiempo, los tapizados en terciopelo han sido utilizados por las clases más altas. Se asocian a la elegancia, al lujo y a la confortabilidad. Cuando además elegimos una ropa de cama adecuada, conseguimos un resultado tan envolvente como este.
CORTINAS TUPIDAS
Cortas, largas, drapeadas… En invierno nos aíslan del frío exterior y siempre nos brindan infinitas posibilidades decorativas. Las texturas más tupidas como el terciopelo, la lana o el tweed son perfectas para esta época del año.